Hoy en día, debido a los problemas que implica el calentamiento global, las fuentes de energía renovable son una opción cada vez más buscada para reemplazar a los combustibles derivados del petróleo y así disminuir las emisiones de CO2 que estos liberan y que acaban por generar consecuencias perjudiciales para el medio ambiente.
Entre los sistemas más eficaces para producir energía renovable se encuentran los que funcionan por medio de aerotermia. Estos, además de ser una alternativa ecológica, representan un menor coste en las facturas de luz gracias a su alta eficiencia que reduce el consumo de energía.
Energía limpia y eficiente
La aerotermia es la obtención de energía a partir del calor presente en el aire del ambiente. Esto hace posible el suministro de calefacción, refrigeración y agua caliente a cualquier inmueble, sobre todo si se trata de viviendas unifamiliares, edificios y otros lugares amplios.
El sistema consiste en una bomba de calor aire-agua que se compone de dos unidades, una exterior y otra interior, las cuales permiten recolectar la energía térmica del ambiente, modificar su temperatura e introducirla en el interior de la vivienda para climatizar de forma constante y sostenible.
La energía empleada puede considerarse limpia en tanto no produce emisiones de dióxido de carbono, ya que no requiere de la quema de combustibles como carbón, gas o gasóleo para producir la climatización, lo que en caso de ser necesario resulta altamente contaminante para el ambiente y puede requerir de altos costes de mantenimiento.
Instalar un sistema aerotérmico es una de las elecciones más eco-amigables y rentables para sustituir a los sistemas tradicionales que funcionan por medio de la inflamación de combustibles fósiles, los cuales generan una importante huella de carbono que termina por afectar la capa de ozono y aumentar el calentamiento global.
Beneficios de los sistemas aerotérmicos
Además de las ventajas que este sistema ofrece al medio ambiente en términos de consumo sostenible, (ya que reduce hasta un 80% las emisiones de CO2 en comparación con los sistemas que requieren combustibles fósiles) también implica numerosos beneficios relacionados con la rentabilidad, versatilidad y comodidad, así como con la facilidad de su instalación.
Rentabilidad
Gracias a su eficiencia, hasta un 510% superior a los métodos tradicionales, los sistemas aerotérmicos permiten generar de 4 a 5 kw/h extras de energía limpia por cada 5 kw/h usados a partir del sistema eléctrico.
A su vez, esto permite un ahorro de hasta el 75% en los costes por servicios eléctricos y la consecuente recuperación de la inversión que ha supuesto la instalación del sistema, el cual incluso puede aprovechar energía fotovoltaica para aumentar al máximo la sostenibilidad y rentabilidad.
Versatilidad
Con un solo sistema, se puede obtener agua caliente y mantener la climatización de la vivienda durante todo el año, ya que su funcionamiento hace posible tanto la calidez como la frescura del aire que circula dentro del inmueble.
Todo esto sin resecar el aire o introducir corrientes muy frías durante la refrigeración, por lo que resulta muy seguro incluso para personas con problemas respiratorios.
Comodidad
Mantiene homogénea y agradable la temperatura de todo el inmueble a lo largo del día, por medio de cargas parciales que no implican cambios bruscos de temperatura, sino que mantienen de manera uniforme la circulación del calor.
Además, el sistema permite regular la temperatura con un panel de control para obtener en todo momento la frescura y calidez deseada.
Instalación fácil y rápida
El sistema no necesita de tanto espacio para su instalación, por lo que se adapta con facilidad a las condiciones existentes en el inmueble. Por esto, resulta ideal para viviendas unifamiliares que no cuentan con un cuarto de calderas.
Después de la instalación, también mejorará la calificación energética del inmueble lo que disminuye ciertos impuestos y aumenta el valor del mismo en el mercado.
Y ¿cómo se produce la climatización?
La climatización a través de la aerotermia se produce gracias a un sistema que puede generar tanto frio como calor por medio de la bomba de aire-agua. Esta bomba almacena el aire frio o caliente del exterior y transforma su temperatura al incrementarla o reducirla en un ciclo termodinámico.
La unidad exterior se trata del condensador del sistema, mientras que la unidad interior sería el evaporador. Ambas unidades están conectadas por un circuito que también las une a otros elementos que conforman el sistema, el cual en su totalidad posibilita el flujo de un refrigerante que cambia de estado en su trayecto por el circuito para permitir la regulación de la temperatura.
El frío o calor que se genera es transferido al agua por medio de un intercambio calórico. Después, el agua es impulsada al sistema de refrigeración, de calefacción o propiamente al del agua sanitaria para su uso en la temperatura deseada.
En los sistemas de aerotermia bibloc el intercambiador de calor se coloca en el interior de la vivienda, mientras que en los de tipo monobloc está asociado a la unidad exterior, por lo que en este último caso no se requiere de grandes reformas para su instalación.
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